miércoles, septiembre 27, 2006

Me duele mi país. Me duele la miseria, la pobreza y la corrupción. Me duele la violencia en contra de las mujeres y los casos de violación y pornografía infantil. Me duele ver cómo México se consume, cómo es arrasado por el poder y la ambición de unos cuantos. Me parte el alma saber que millones de mexicanos trabajan jornadas extenuantes para seguir muriéndose de hambre, mientras los políticos se enriquecen ilícitamente, sin sanción alguna. El cielo mexicano llora, se desangra y no lo escuchan. Me duele y no voy a cerrar los ojos. Y sí, estoy triste…